Muchas fueron las hipótesis en el inicio del trabajo con el Mural Principio y fin, del artista Julio Escámez, desde su supuesta destrucción: que había sido picado, ametrallado, cubierto de alquitrán, pero no ocurrió nada eso, pues de acuerdo a los últimos análisis de la información levantada en las anteriores visitas — en las que también participó la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN)— se confirma la permanencia del mural  en gran parte del muro, y que a pesar de las doce capas de pintura aún se conserva en buenas condiciones, lo que entrega grandes posibilidades de recuperación.  

Así es como en lo que va de este año ya se han realizado tres visitas, la última fue la semana del 24 al 27 de julio en la que Angela Benavente Covarrubias, conservadora jefa de la Unidad de Patrimonio de las Artes Visuales (UPAV) y Mónica Pérez Silva, coordinadora de programas de la misma unidad, quienes junto con las profesionales contratadas por la Municipalidad, María Eugenia Van de Maele, conservadora-restauradora especialista en murales y Danitza Bórquez, técnico en restauración; se trasladaron a Chillán  para dar comienzo a los trabajos de ampliación de la ventana en la zona de la llamarada del Mural ubicado en la Sala del Concejo Municipal de la Ilustre Municipalidad de Chillán.

Además las conservadoras del CNCR realizaron una capacitación a las profesionales que intervendrán el muro, para socializar los criterios, materiales y métodos de eliminación de los estratos de pintura que se deben utilizar, de acuerdo a los resultados obtenidos en los terrenos realizados el año 2022 y 2023; y por último poner en práctica, junto con las profesionales, las técnicas de despeje en la ampliación de la ventana de la llamarada, además de otra ventana que se defina en conjunto con la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad, representada por la arquitecta Anabella Benavides y quienes coordinan esta importante iniciativa para rescatar esta obra trascendental del arte latinoamericano.