El circuito de exposiciones temporales entre los museos y centros, implica préstamos de obras de arte; las obras más solicitadas… pinturas únicas, emblemáticas, artistas y obras que tienen un valor relevante y lleno de simbolismo. Los artistas no han legado a la historia sólo su destreza artística, sino que el arte, como forma de expresión, contiene un mensaje que se interpreta, se reinterpreta y se redescubre. Este año, Chile celebra los homenajes a los 100 años del nacimiento de Violeta Parra, artista, artesana e ícono de la cultura chilena, que trabajó no sólo la expresión musical sino también se expresó a través de la pintura, los tapices y la artesanía.

Las exposiciones y eventos que se llevarán a cabo, implican el movimiento de personas interesadas en su arte, pero también, las actividades relacionadas con el centenario de Violeta Parra son la coletilla final de las idas y venidas de muchos profesionales especializados en diversos ámbitos de la cultura.  

Este año el Laboratorio de Pintura del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), ha recibido la solicitud de asesoría por parte del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago (MAC) perteneciente a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, para implementar el traslado de una de las pocas pinturas de Violeta Parra, titulada “La muerte del angelito” (ca.1964). Violeta Parra, vierte en sus expresiones artísticas una espontaneidad e impulsividad que en pintura se traduce a una improvisación técnica y falta de academicismo que fragiliza las obras por la ausencia de unos criterios de estabilidad técnica. Desde el punto de vista de la conservación, salvaguardar sus lienzos, es un tarea que implica sumo cuidado. La obra “La muerte del angelito”, que hace alusión a una de las tradiciones más populares de Chile donde se velaban a los infantes fallecidos como si fueran ángeles, transitará para ser expuesta en Linares, Concepción, y Santiago.

La seguridad del traslado de la obra y la variedad climática que presentan las ciudades que va a recorrer han sido el foco de atención de esta asesoría, que busca implementar las condiciones de conservación preventiva acordes a la seguridad y estabilidad de la pintura durante los préstamos. El informe emitido tras esta asesoría señala las medidas de conservación previas al traslado, además de los requisitos de embalaje y transporte que detallan los materiales a utilizar, la aplicación de traseras de protección,  sistemas de monitoreo a través de datalogger, y una serie de pautas para una manipulación adecuada. También se aconseja un sistema de revisión periódico, un registro y una evaluación del posible impacto de los traslados sobre la obra a su vuelta.

La asesoría ha estado a cargo de Noemí Soler*, conservadora adjunta del Laboratorio de Pintura del CNCR, la cual recientemente ha realizado durante dos meses una pasantía en el Museo Thyssen- Bornemisza de Madrid. El Museo Thyssen, cuenta con una de las colecciones más importantes de España y una de las actividades principales que desarrolla su equipo de conservadores y restauradores es la salvaguarda de las obras durante los traslados. El préstamo de las obras de su colección activa medidas de seguridad, controles de estabilidad y prevención, sistemas de embalaje adaptados, pliegos de condiciones y expertos que aseguran el bienestar de obras que viajan por todo el mundo.

El título de la nota, qué mueve el arte cuando el arte se mueve, sólo aspira a una mueca cinética que intenta sugerir todo el esfuerzo de registro, control, divulgación, estudio, y compromiso con la preservación del patrimonio, que llevan a cabo los profesionales de todos los países, por asegurar que el arte siga estando al alcance de todos.

* Texto de Noemí Soler, restauradora contratada por servicios profesionales para el Laboratorio de Pintura durante el año 2017.