Ubicado en el hall del legendario hotel Carrera, hoy Cancillería, se encuentra una obra única en Chile: el mural de pintura en vidrio "La Conquista de América", del pintor chileno Luis Meléndez. Un trabajo artístico que ha sido afectado por la remodelación del edificio, por el terremoto de 2010, por las variaciones de temperatura al interior del hall y principalmente por su propia técnica: pintura sobre vidrio, la cual plantea una especial complejidad a los restauradores.

Se trata de una gran superficie, de 300 metros cuadrados, compuesta por 279 gruesas placas de vidrio opaco coloreado. Meléndez la pintó en 1940, el mismo año en que se inauguró el hotel, empleando una técnica muy utilizada en Europa, pero no en nuestro país.

Para recuperar el mural, el Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó la asesoría del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), de la Dibam, que sugirió la participación de especialistas tanto para el aspecto estructural como para la pintura.

"Lo primero que hay que resolver es el tema de ingeniería", expresa Mónica Bahamondez, directora del CNCR. "La empresa que está trabajando tiene sensibilidad con el tema patrimonial y, en estos momentos, estudia si mantiene el mural in situ, adhiere lo que se cayó y reemplaza lo que falta, o desprende todas las placas, y las reinstala en un nuevo soporte", explica.

Pintura en vidrio: un arte particular

Para evaluar el daño que ha sufrido la pintura del mural fueron invitadas a Chile las especialistas francesas Virginie Trotignon y Monika Neuner, quienes elaborarán un informe que brinde los lineamientos de restauración en esta materia específica de pintura sobre vidrio, especialidad que o existe en el país.

Durante una semana trabajaron el hall de la Cancillería, observando, analizando y registrando en fotografías los distintos deterioros que presenta la obra "Hemos visto todas las problemáticas y alteraciones de esta obra monumental, tanto del vidrio como de la pintura", explicaron. Y agregaron: "Tenemos que determinar la degradación que existe, descubrir sus causas y fuentes".

Mónica Bahamondez cuenta que también estudiaron el origen de los materiales, compuestos bastante comunes en Francia durante la época, pero en Chile no existen antecedentes de ellos. Precisamente, las restauradoras realizaron una charla, en el Centro Patrimonial Recoleta Dominica, donde expusieron parte de la historia y características de este particular arte decorativo, así como las complicaciones que existen para su restauración.

La directora del CNCR aclara que "el trabajo ingenieril debe considerar la pintura, así como la restauración pictórica tiene que estimar la faena de ingeniería". Las decisiones que se tomen en cada una de las disciplinas afectará directamente a la otra.

Por eso el diagnóstico final de los ingenieros y el informe de las restauradoras francesas -que se estima para el primer semestre de 2012- deberán cotejarse para que el Ministerio de Relaciones Exteriores de inicio a la recuperación del mural, una pieza única en Chile.