Equipo multidisciplinario para la preservación de cuerpos momificados
El proyecto "Mejoramiento de las condiciones de conservación de materiales bioantropológicos momificados del Museo de Antofagasta" (FODIM-DIBAM), desarrollado en conjunto con los profesionales del museo, ha contemplado estudios contextuales y acciones técnicas de intervención para la conservación y puesta en valor de los restos momificados que resguarda la institución. Los principales problemas que presentan estas colecciones son por una parte la infestación derivada de agentes biológicos y, por otra, la ausencia de información documental sobre el contexto arqueológico de procedencia.
En el marco de estas problemáticas tres estudiantes se incorporaron al trabajo que coordina el Laboratorio de Arqueología y en el cual participan además, profesionales del Laboratorio de Análisis, del Laboratorio de Monumentos y de la Unidad de Documentación Visual e Imagenología. Bajo la supervisión de Daniela Bracchitta K., conservadora encargada del programa de investigación e intervención de bienes arqueológicos, las estudiantes desarrollan los trabajos que se indican:
Carolina Zúñiga, licenciada de la carrera de Arqueología de la Universidad SEK, comenzó su experiencia en las dependencias del Laboratorio de Arqueología, a través de su primera práctica profesional, en la cual realizó análisis micro químicos de sedimentos provenientes del sitio Cerro La Cruz. Una vez finalizado este trabajo, comenzó una segunda práctica, cuya contribución tiene como objetivo entregar un marco histórico contextual a los restos bioantropológicos provenientes del Museo de Antofagasta.
María Paulina Contreras, estudiante de quinto año de Antropología Física de la Universidad de Chile, inició su experiencia en el campo profesional a través de un voluntariado en la localidad de Quillagua. Su participación en el proyecto FODIM-DIBAM se relaciona con el registro de los restos bioantropológicos y la elaboración de un perfil biológico para cada uno de los individuos, que incluye estimación de sexo, edad, estatura, patologías y cualquier otro indicador que aporte a la identificación del contexto sistémico de origen.
Macarena Bugueño, estudiante del último año de la carrera de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad SEK. Durante su etapa estudiantil ha realizado diversas pasantías asociadas a la conservación preventiva de material arqueológico, integrando distintos grupos de trabajo. Su práctica profesional consiste en el estudio sintomatológico de los cuerpos momificados; en la correlación de datos provenientes de los estudios contextuales y de los análisis de laboratorio; y en la propuesta y ejecución de acciones de intervención.
La información generada por las practicantes es analizada y discutida permanentemente con el tutor y el equipo de trabajo del proyecto, a fin de orientar las decisiones que se toman para la conservación y puesta en valor de este sensible patrimonio.
Esta iniciativa tiene como meta promover una mesa de trabajo para debatir las responsabilidades patrimoniales, científicas y éticas que tienen las distintas instituciones en el país en relación con estas colecciones, en vista a generar políticas consistentes con el marco legal que regula la protección, fomento, desarrollo y derechos de los pueblos indígenas.