Con el objetivo de realizar un levantamiento preliminar del estado de conservación y una propuesta de requerimientos para el diagnóstico del mural de María Martner García, ubicado en el Parque Monumental Bernardo O’Higgins de Chillán Viejo, Ángela Benavente Covarrubias, jefa de la Unidad de Patrimonio de las Artes Visuales (UPAV), y Arantxa Figueroa Pizarro, profesional de apoyo de la Unidad de Patrimonio Construido y Escultórico (UPCE), visitaron esa obra el martes 22 de noviembre pasado. La visita se realizó a solicitud de la Dirección de Arquitectura del MOP Ñuble, en el marco del compromiso adquirido por el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, para la restauración del mural por los cincuenta años que cumple el 2023.

Allí se reunieron en la Dirección Regional de Patrimonio con Roberto Missene Orellana, director regional de Arquitectura del MOP; Kineya Morales, profesional de ese organismo; José Pedro Urzúa, director regional de Patrimonio Ñuble; Carlos Ortiz Vidal, encargado OTR Consejo de Monumentos Nacionales de Ñuble, y Carmen Gloria Silva Penroz, arquitecta de esa institución. El objetivo de la reunión fue informar los alcances de la visita y hacer un trabajo coordinado entre las instituciones involucradas. Es importante señalar que el mural es Monumento Nacional en calidad de Monumento Histórico desde el año 2015, razón por la que toda intervención debe ser aprobada por el Consejo de Monumentos Nacionales. En el encuentro, Roberto Missene informó del convenio General de Colaboración firmado con el municipio de Chillán Viejo, para la ejecución de diferentes proyectos en torno a este Monumento Nacional, que en febrero de 2023 cumplirá cincuenta años.

Luego de la reunión se realizó la inspección del mural, a la que se sumó Fabián Irribarra Cáceres, encargado de Cultura y Patrimonio de la Municipalidad de Chillán Viejo, quien dio cuenta de la historia de la obra y de los aportes a la investigación histórica de Cecilia Velasco Martner, hija de la artista; así como de proyectos de investigación relacionados a la identificación de las diferentes piedras utilizadas en el mural y que se relacionan con las diferentes zonas geográficas de la región. Ángela Benavente señaló que se realizó un registro fotográfico del mural y las alteraciones encontradas, “imágenes que serán procesadas y analizadas de vuelta en la unidad”.

Respecto del estado de la obra, indicó que “en esta inspección visual no se observan grandes deterioros y en general se encuentra en buen estado de conservación, sin embargo, presenta algunos síntomas de alteraciones, como la pérdida y desprendimiento de elementos pétreos, intervenciones anteriores no adecuadas, eflorescencias salinas, líquenes y musgos, y rayados. La profundidad, extensión e intensidad de estas alteraciones, así como otras que no son observables a simple vista, deben ser investigadas en un diagnóstico en profundidad del mural.

Un diagnóstico acabado del mural debiera considerar entre otras cosas, un estudio del muro soporte, los morteros utilizados para la adhesión de las piedras y su estado de conservación, levantar problemas de filtración de aguas, identificar el poblamiento biológico y sus causas. Con todos estos elementos hacer una propuesta de restauración del mural.

El documento de recomendaciones permitirá a la Dirección de Arquitectura y a la Municipalidad de Chillán, iniciar el proceso de restauración del mural con el diagnóstico como primera etapa y, en una segunda etapa, su restauración propiamente tal.