Luego de recibir una invitación de parte de la Subdirectora Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, Cristina Gálvez Gómez, un equipo de profesionales del CNCR, liderados por su directora, Roxana Sequel Quintana, acompañada por la profesional de apoyo de la Unidad de Patrimonio Construido y Escultórico (UPCE), Natalia Salazar Aguilera y Eduardo Rojas Hernández, asistente de la Dirección, se dirigieron hasta la localidad de Lora, ubicada en la Región del Maule,  para participar de una reunión con la comunidad.  La actividad inició con la visita al Santuario Nuestra Señora del Rosario de Lora, Monumento Nacional donde se encuentra la imagen de la Virgen del Rosario patrona de la iglesia, luego fue la ceremonia de ingreso del “Baile de los Negros de Lora” al Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile y la presentación de los Informes del Diagnóstico Participativo 2022.

En cuanto al Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial, este es un listado y descripción de patrimonios culturales inmateriales de las comunidades que habitan el territorio chileno. Cada uno cuenta con un expediente que consta de una investigación participativa que da cuenta de una descripción y síntesis analítica de su estado actual con la finalidad de generar estrategias de salvaguardia para que estas prácticas y conocimientos se mantengan en el tiempo.

La comunidad de Lora ya ha venido haciendo este exhaustivo trabajo de levantamiento de información y documentación que permitan conducir un proceso de gestión para su salvaguardia, lo que ha finalizado con la promulgación de la Resolución Exenta N° 0426, que declara  al “Baile de los Negros de Lora” como una tradición parte de este inventario.

La tradición Baile de los Negros de Lora

El Baile de Negros es una expresión de religiosidad popular desplegada por un colectivo ritual que ejecuta música y danzas en devoción a la imagen de la Virgen del Rosario en su fiesta patronal, realizada cada tercer domingo de octubre en la localidad de Lora, comuna de Licantén, Región del Maule, se trata de una expresión de carácter devocional a la Virgen.

En ella intervienen distintos devotos con sus respectivas funciones, tanto en la procesión como en la ejecución de música y danza ritual en honor a la imagen sagrada y preparación de la fiesta. 

Son encabezados por un abanderado y 8 a 10 parejas de pifaneros, que ejecutan sus pifilcas, instrumentos de viento mapuche, al ritmo que marca un tamborero. El abanderado suele ser quien tiene mayor edad entre los pifaneros y por su parte existe un capellán del baile que será el pifanero de mayor antigüedad ininterrumpida en funciones, por lo que ambos roles tienen a recaer en la misma persona. Este grupo es flanqueado por hombres empellejados y mujeres vestidas de "indias", acompañados en la danza por la comunidad celebrante al interior de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.

En esta manifestación además intervienen cultoras y cultores que cumplen roles de soporte, como quienes tiran del carro de la Virgen en la procesión, quienes visten y preparan la imagen, quienes adornan la Iglesia y quienes gestionan los recursos para la implementación técnica y tecnológica de la fiesta. 

Esta manifestación evolucionó de las formas rituales de las poblaciones originarias asentadas en esta zona, en particular del Pueblo de Indios de Lora, de quienes los actuales lorinos son descendientes. De esta forma, remite a la identidad cultural y territorial de todos quienes se consideran lorinos, ya sea que habiten en este territorio o hayan migrado de éste, manteniendo su vínculo por medio de su participación en esta festividad, con sus diversos grados de responsabilidad y compromiso, involucrando así a prácticamente a la totalidad de la comunidad local. 

Es relevante destacar el trabajo que realizará el CNCR junto con la comunidad de Lora en torno a orientar a las “arregladoras” de la virgen para su conservación. El principal objetivo de la participación del CNCR en el proceso es el fortalecimiento de capacidades para quienes asuman la preparación de la imagen, realizando un taller en conjunto que permita un traspaso de conocimiento mutuo con respecto a la conservación de la imagen.  De este modo, se plantea la implementación de planes de salvaguardia, que permitan focalizar los recursos para la salvaguardia de esta expresión,  que es un sentimiento colectivo, pues ser de Lora es ser parte del Baile de los Negros y todo lo que conlleva esta tradición, que ya oficialmente es parte del Inventario de Patrimonio Inmaterial de Chile.

Para finalizar la jornada se generó entre los asistentes un diálogo acerca del Baile de los Negros de Lora y su salvaguardia, el contexto de trabajo con la comunidad, la presentación de propuestas de trabajo, y un diálogo institucionalidad-comunidad.