Conservación y Restauración de una figura emblemática
Este busto de yeso que le pertenece a la Biblioteca Nacional fue ingresado al CNCR durante el primer semestre de este año con el objetivo de ser restaurado.
Todas las alteraciones que la obra inicialmente presentaba son productos de acciones involuntarias de manipulación y golpes, que provocaron la pérdida de pequeños trozos del soporte en los anteojos y la base, y probablemente el desprendimiento de la capa pictórica en algunas zonas puntuales como por ejemplo la cabeza. A su vez el busto presentaba manchas y suciedad superficial que se deben al contexto ambiental y a las condiciones en que se encontraba almacenada.
Los tratamientos realizados correspondieron a una limpieza de la suciedad superficial adherida, principalmente polvo y grasa producto de la contaminación ambiental, a la restitución volumétrica de los faltantes del soporte, y a la posterior reintegración cromática. La obra presentaba al menos tres niveles de patinas para poder dar el efecto de bronce envejecido. Es por esto que previo a la limpieza, fue necesario que el Laboratorio de Análisis del CNCR tomara muestras de la capa pictórica, para poder determinar la materialidad de los diferentes estratos y los solventes apropiados para la limpieza, siempre tomando en cuenta la intención del artista de buscar justamente el efecto envejecido de la superficie.
Esta obra fue realizada en 1952 por Santiago Mahan, escultor chileno especializado en el retrato de personajes célebres como: Gabriela Mistral, Nicanor Parra, Ramón Vinay, Carlos Poter, Pedro Aguirre Cerda, Carlos Ibáñez del Campo, Sylvia Soublette, Renzo Pechennino (Lukas), entre otros. Tras la muerte de Mahan, su viuda dona más de 200 piezas a la Biblioteca Nacional, permaneciendo por varios años en bodega. Actualmente la mayor parte de la colección se encuentra en los depósitos del Museo Histórico Nacional. (Melcherts, 1982)
Guillermo Feliú Cruz. Personaje clave para la historia de la DIBAM.
Nace en Talca, el 3 de mayo de 1900. De niño realiza sus estudios en el Instituto Nacional y posteriormente en el Liceo de Aplicación en donde ya destacaba por su dedicación a las humanidades. Ingresa a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, de la cual se retira pronto para dedicarse por completo a sus lecturas y estudios. Desde muy temprana edad fue asiduo lector de la Biblioteca Nacional, esfuerzo que lo transformó en un historiador autodidacta.
Se considera como un verdadero niño prodigio de la historia, su primer artículo escrito el año 1916 sobre la Guerra del Pacifico, lo publica a los 16 años en la Revista Chilena de Historia y Geografía. Al año siguiente en 1917 se incorpora como miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía y poco tiempo después es elegido secretario general. Al año siguiente comienza a publicar artículos en El Mercurio, El Diario Ilustrado y La Nación. El año 1920 trabaja como bibliotecario del Instituto Nacional y al año siguiente como Segundo Jefe del Museo Histórico Nacional. El año 1925 mediante decreto de Gobierno, se convierte en el conservador de la Biblioteca Americana propiedad de José Toribio Medina colección que albergaba 22.000 volúmenes impresos y 500 manuscritos, la cual fue donada a la Biblioteca Nacional (actual Sala Medina).
Entre 1960 y 1967 asume una de sus más importantes actividades, la dirección de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos. Durante este periodo, Feliú se hace cargo de la reorganización y modernización de la Biblioteca Nacional y de todo el sistema bibliotecario en general. Se crearon varias bibliotecas públicas y algunos museos regionales como el Museo O' Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
Otra labor importante gestionada bajo su dirección fue durante el año 1962 cuando gestiona ante la UNESCO un proyecto para hacer fotografiar valiosos documentos guardados en el Archivo Nacional, a través de la Unidad Móvil de Microfilm de esta entidad internacional.
En 1963 funda la revista Mapocho, publicación que pertenece al área de extensión cultural de la Biblioteca Nacional de Chile, la que llega a convertirse en una de las más influyentes y de más alto nivel de la época. Tras el golpe militar del 11 de Septiembre de 1973, la revista deja de publicarse hasta 1977, luego retoma hasta el año 1980. A partir de 1991 bajo la dirección de Alfonso Calderón (Premio Nacional de Literatura 1998), la revista reinicia su publicación semestralmente.
En el primer semestre del año 2000, la revista se dedicó a Guillermo Feliú Cruz por cumplirse 100 años de su nacimiento. Con este homenaje se llevó a cabo una revisión de la trayectoria de la revista y su importancia para la cultura chilena.
En lo académico fue decano de la facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, y recibe el otorgamiento de la Cátedra de Historia de Chile. Su aporte como historiador fue extraordinario superando las 500 publicaciones. En el año 1972 recibe la Medalla de Honor de la Academia de Historia. (Jorquera, 1984:68-74)
La Biblioteca Nacional, con el objetivo de valorar y reforzar su identidad histórica, ha confiado a los profesionales del CNCR la conservación y restauración del busto que conmemora a este personaje clave en la historia de dicha institución y es así como tras la intervención la obra será exhibida en la entrada de la Sala Medina. Por otra parte cabe recalcar que para el Laboratorio de Escultura y Monumentos ha sido muy importante el paso de esta obra por el Laboratorio ya que con gran interés se puedo conocer y valorar su fructífera labor.