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CNCR celebró sus 40 años

Ceremonia reunió a autoridades, colaboradores e integrantes anteriores de la institución, junto a quienes conforman el equipo actual.

CNCR celebró sus 40 años

Publicado el 17/11/2022
Instalación CNCR 40 años
Instalación en ceremonia CNCR 40 años (Pérez, T. 2022. Archivo CNCR).
La ceremonia contó con la asistencia de la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, del director (s) del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Roberto Concha Mathiesen, de invitados de diversas organizaciones públicas y privadas, excolaboradores y el equipo actual del CNCR.

Con una emotiva ceremonia que reunió al equipo actual e integrantes pasados del Centro Nacional de Conservación y Restauración, y que contó con la presencia de la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, del director (s) del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Roberto Concha Mathiesen, y de invitados de diversas organizaciones públicas y privadas, la institución celebró sus cuarenta años de existencia. El encuentro se desarrolló este martes 15 de noviembre en el patio central del CNCR, ubicado en el Centro Patrimonial Recoleta Domínica.

En su intervención, la directora del Centro, Roxana Seguel Quintana, señaló que “para nuestro equipo es muy importante y significativo este acto. Queremos dedicar esta conmemoración, con mucho cariño, a Guillermo Joiko Henríquez, fundador del CNCR. Para quienes tuvimos el honor de conocerlo, sus sabias palabras aún recorren nuestras mentes; seguimos trabajando bajo sus primeros lineamientos. Guillermo sigue presente, por eso agradecemos a Jimena Joiko, su hermana, que nunca ha dejado de acompañarnos; ella trae la alegría y la sonrisa de Guillermo, esas ganas que tenía por gozar la vida”.

Roxana Seguel también agradeció la gestión de las cuatro exdirectoras, representadas por Mónica Bahamondez Prieto y Magdalena Krebs Kaulen, presentes en el acto, “quienes con su empuje contribuyeron a que el CNCR sea lo que es hoy”, indicó; y saludó a “los amigos de organizaciones públicas y privadas que con sus preguntas y solicitudes, sus inquietudes en torno a la preservación del patrimonio le dan el real sentido a nuestro trabajo, y además nos interpelan a estudiar más, a crecer, a desarrollarnos, a construir en conjunto un futuro mejor para el patrimonio, para las personas que lo habitan y lo viven”.

Enseguida, saludó a los directores de las regiones Metropolitana y de O´Higgins del Serpat. Se refirió a la labor de los equipos regionales distribuidos a lo largo del país, comentando que “estimulan nuestro trabajo en el territorio y hacen posible llevar a la práctica el enfoque de derechos con el que asumimos nuestro quehacer. La desconcentración y descentralización del Servicio ha sido un enorme desafío para todos nosotros. Esperamos continuar acompañándolos en este camino”.

Concluyó con “un abrazo enorme y sentido al equipo del CNCR; sin su responsabilidad, su compromiso, su trabajo, sus ideas, sus innovaciones, este CNCR no sería posible. El CNCR se construye gracias a ustedes, y también gracias a los compañeros y compañeras que en algún momento durante estas cuatro décadas fueron parte de este sueño y cuyos aportes aún rondan por los pasillos haciendo que seamos comunidades”.

 

Celebrar la persistencia

Más adelante, Roberto Concha Mathiesen, director (s) del Serpat, saludó a los presentes. “Me sumo a la gratitud por esta historia que conozco de cerca, a la labor del CNCR desde la dimensión del oficio de la restauración y la conservación, que implica despliegue territorial, involucrarse, participar y poner en valor”, comentó. Junto con señalar que “la conservación exige desafíos permanentes de innovación”, recordó su participación en diversos proyectos hace una década. “Le tengo mucho cariño, reconocimiento y respeto al CNCR”, concluyó.

Por su parte, la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, sostuvo que “estamos celebrando la persistencia de funcionarios y funcionarias que han trabajado durante mucho tiempo en diferentes condiciones y la persistencia de darle importancia a la conservación patrimonial en nuestro país. Ahí hay un compromiso que es importantísimo poner de relieve; hay un trabajo de innovación, de inclusión de las comunidades en este proceso, hay mucha historia, mucho trabajo y mucho aprendizaje y creo que siempre es importante celebrar que nos aprendemos, que nos movemos, que vamos hacia adelante. Felicito a las personas que hay detrás de este trabajo”.

En segundo lugar, añadió que “es importante celebrar el para qué, los propósitos, que van más allá de los objetos; celebramos la importancia para nuestra democracia y nuestra convivencia, que nos acerque al pluralismo y al respeto, porque la conservación del patrimonio cumple un rol fundamental para nuestro país. Estamos colaborando a cuidar nuestra historia y los espacios que están abiertos a las niñeces, a los jóvenes, a las familias”.

“Quiero felicitarlos, porque detrás de eso hay arrojo, hay valor, hay persistencia, hay mucha convicción detrás de este trabajo que toma tanto tiempo. Es importante celebrarlo”, concluyó la subsecretaria.

 

Trenzar sentidos

José de Nordenflycht Concha, doctor en Historia del Arte, académico, investigador y autor de varios libros acerca del patrimonio, reseñó los principales hitos de la historia del CNCR. En su intervención, precisó que “conmemorar nos permite hacernos cargo del recuerdo de los que nos antecedieron; quise traer como regalo el recuerdo de tres fechas citadas en tres lecturas”.

Se trata de 1984, año de la publicación del primer diagnóstico de la situación de los museos en Chile, donde se menciona por primera vez la necesidad de contar con un centro nacional de restauración.

En segundo término 1994, año en que Roxana Seguel Quintana y Antonio Massone Mazzano compilaron el libro “Patrimonio arqueológico en áreas silvestres protegidas”. “Esa publicación fue un hito, en tanto pasamos de los informes a un libro de amplia difusión en que se proponía por primera vez instalar la secuencia sitio-material-museo”, explicó De Nordenflycht. Libro en el que se cita la visión de Guillermo Joiko respecto de la salvaguarda del patrimonio. “Así se trenzan sentidos y afectos en esta institución”, comentó el académico.

En tercer lugar, 2004, número 8 de la revista Conserva, donde se detallaba el cambio que significó trasladarse al actual recinto en la Recoleta Dominica y se esbozaba en algunos de sus artículos que “antes de la globalización, esta era una institución de fuertes lazos internacionales. Bidireccionales, donde no solo se beneficiaba de la cooperación”. En otro sentido, concluyó que, “esta ha sido una institución empática con los sujetos y sus afectividades”.

Para finalizar dos profesionales del CNCR compartieron su experiencia en el Centro. Mónica Pérez Silva, coordinadora de programas de la Unidad Patrimonio de las Artes Visuales, habló “en representación de la generación intermedia de profesionales del CNCR, quienes estamos entre las pioneras y la generación más nueva”. Recién egresada de la universidad, se incorporó al CNCR e integró el equipo de la restauración de la serie grande de Santa Teresa, también conocida como las Carmelitas. “Me encontré con un grupo maravilloso de gente motivada, alegre, generosa, feliz de traspasar sus conocimientos a mí y al resto de estas “niñitas nuevas”. Pensé: tengo que aprender de ellos y estar a su altura”. En estos quince años, añadió, “además de los procedimientos técnicos, aprendí e incorporé una forma de trabajar colaborativa, pensada, discutida, compartida, no sólo dentro del laboratorio, sino también con otras unidades del CNCR y con profesionales externos y también con las comunidades asociadas al patrimonio con las  que hemos trabajado, esto va desde un pueblo indígena hasta Carabineros”.

“Tenemos el privilegio de contar con los recursos técnicos y de información, y con grandes profesionales, y podemos conversar con los colegas para buscar las mejores soluciones para los problemas que plantean las obras que estamos interviniendo. Y además tenemos un grupo humano cariñoso y solidario, preocupado de la persona que está al lado. Me gustaría que la metodología de trabajo colaborativa, generosa y compartida se mantenga siempre en el CNCR y que siga siendo un lugar de excelencia y diálogo permanente. Y que el grupo humano que tenemos siga siendo cariñoso, contenedor y preocupado, que sigamos celebrando las fechas importantes y apoyándonos en los momentos difíciles”, concluyó.

Michele Dinator Esterio, profesional de la Unidad Patrimonio Arqueológico y Etnográfico, comentó que, desde su ingreso al Centro hace cinco años, “el CNCR me ha formado por completo como profesional de la conservación-restauración, pues es aquí donde aprendí los criterios de intervención, las metodologías de trabajo, los procedimientos, las técnicas y los principios éticos. Dudo que exista otro lugar en nuestro país, donde se pueda obtener una formación tan completa en esta área, con alto nivel de exigencia y rigor. En este sentido, el CNCR se ha constituido como una escuela que marca a todo aquel que pasa por ella, ya sea en calidad de estudiante o trabajador. Marca que, a mi parecer, perdura durante toda la vida laboral”.

“La excelencia que caracteriza al CNCR es gracias a las personas que lo integran. Es la calidad de su trabajo, entrega, pasión y perfeccionismo, lo que ha construido esta trayectoria y reconocimiento, que hoy celebramos. Una de las aspiraciones del CNCR es ser una institución innovadora y a la vanguardia en la investigación, conservación-restauración y documentación del patrimonio. Para lograrlo se debe estar abierto al cambio en su sentido más amplio; se deben abordar desafíos como el efectivo desarrollo de programas de investigación al interior de la institución; y desarrollar diferentes estrategias de comunicación, pues nuestro trabajo, a menudo sindicado como silencioso, debe dejar serlo, para promover de manera más efectiva la disciplina de la conservación-restauración”, sostuvo Michele Dinator.

“Y como el futuro también implica soñar, es un anhelo que el CNCR se expanda mediante la existencia de centros en diferentes lugares del país, para descentralizar el trabajo y responder con mayor propiedad a las problemáticas particulares de cada territorio, dándole la posibilidad a los profesionales procedentes de regiones de estudiar e intervenir su patrimonio”, concluyó la profesional.

Luego, la directora invitó a las exdirectoras al podio y junto con todos los asistentes cantaron el “cumpleaños feliz”, lo que dio paso a un vino de honor, durante el que algunos presentes dejaron sus impresiones en el libro de buenos deseos habilitado junto a una instalación que contenía fotografías históricas de los equipos que han pasado por el  Centro en estas cuatro décadas.