El 2019, Daniela, nieta de Miguel y Raquel, descubre un conjunto de mensajes y cartas que sus abuelos se enviaron cuando él se encontraba detenido después del Golpe, en octubre de 1973. Dándose cuenta de su valor histórico, acude al Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) donde ingresan a la Unidad de Patrimonio Gráfico y Documental (UPGD), para ser sometidos a una intervención de conservación y restauración.
El conjunto de los 215 documentos se compone de 23 correspondencias clandestinas denominadas “palomas” o “calugas”, escritas cuidadosamente en papel higiénico y algunas en papel de cuaderno, que se encuentran aún plegados o doblados, dando cuenta de la forma como fueron escondidas entre los dobleces y costuras de la ropa y de un bolso.
Además de estas, forman parte del conjunto anterior un total de 165 cartas y 27 sobres que constituyen la llamada plática libre o correspondencia abierta, la que era supervisada por los captores antes de su envío.
A fin de decidir el mejor método de conservación y almacenaje, en el CNCR, cada pieza fue descrita en una ficha de identificación, con información obtenida a través de análisis de laboratorio, a fin de identificar tipos de papeles, las tintas y sus propiedades, registrar sus dimensiones, y realizar un diagnóstico del estado de conservación.
Una vez finalizados los análisis, se realizaron las propuestas de intervención, a partir de las cuales se llevaron a cabo una serie de procedimientos de intervención, según materialidad y estado de conservación. Dentro de ellos, se incluyen limpieza, desinfección, uniones de rasgado y acondicionamiento.
Por último, se elaboraron cajas de acondicionamiento para el traslado y almacenaje del conjunto a las dependencias del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, entidad que resguardará dicha documentación.
En paralelo, se confeccionaron 6 facsímiles, es decir una reproducción del documento original, para la exhibición de la Conmemoración de los 50 años del golpe militar en el Museo Histórico Nacional.