Pasar al contenido principal

Destacado de junio

Disponible en biblioteca del CNCR

Destacado de junio

Publicado el 05/06/2018
Se ha publicado una nueva versión del “Destacado del mes” de la Biblioteca Guillermo Joiko, Su objetivo es difundir y resaltar mensualmente una publicación de la Colección de la Biblioteca que destaque un tema innovador o de interés para la especialidad.


En esta oportunidad se entrega el resumen de:

ORTÍZ GARCÍA, C. (coordinadora). 2013. Lugares de represión, paisajes de la memoria: aspectos materiales y simbólicos de la cárcel de Carabanchel. Madrid, España: Libros de la Catarata. 381 páginas.

Solicitar en Biblioteca como: 365.450946 L951

Resumen:

El presente libro aborda, de manera profunda y de variados ángulos, la “biografía” de la cárcel de Carabanchel (Madrid, España), desde su construcción hasta el “fin de sus días” con sus ruinas y demolición.

El objetivo es recuperar su memoria, todo aquello que sus muros (mudos testigos que, vieron y escucharon a lo largo de su historia entre los años 1940 y el 2008). Se elabora una “biografía del lugar”, y para aquello  se perfilan los aspectos que se deberían estudiar y que, de manera sintética, clara, objetiva y verás poder resumir su contexto del siguiente modo: la prisión y las personas, el complejo penitenciario y el espacio ocupado, la creatividad/resistencia en sus diferentes vertientes y los conflictos en torno a la gestión patrimonial.

El progresivo deterioro del edificio, consecuencia del abandono y el saqueo, reorientó la idea, cada vez con más bríos, hacia la defensa de lo que ya no sólo eran sus muros, sino todo lo que conlleva su historial, mientras tanto se van precisando las propuestas de recuperación de la memoria.

El sitio posee su propia realidad, plasmada a través de su propia historia, donde emanan, muerte, dolor, gritos de justicia, clamor y soledad, por ende se hace imprescindible y fundamental reivindicar la cárcel como elemento fundamental de la “identidad urbana”, y si bien, no se ha conseguido de forma definitiva el reconocimiento del lugar,  ha quedado la huella del vacío y la cárcel preexiste aunque sea con ese manto fantasmal que no le permite perecer.