Con el espacio temático “¡Cambio climático!, la revolución de los insectos en los museos”, el Centro Nacional de Conservación y Restauración participará este sábado 8 de octubre, entre las 10:00 y las 18:30 horas, en el Festival de las ciencias 2022,  evento organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación  y que en esta segunda versión se desarrollará en el Centro Cultural La Moneda, CCLM. Está diseñado pensando en un público de niñas, niños y adolescentes entre 6 y 13 años, y su objetivo principal es relevar el conocimiento ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI) y acciones que contribuyan a enfrentar la actual crisis climática desde una mirada ecosistémica. Con ese fin, se realizarán actividades lúdicas e interactivas con las y los asistentes, de manera continua.

Las actividades estarán a cargo de las profesionales del CNCR Karla Leiva Miranda y Rosalía Astorga Serrano, de la Unidad de Ciencias de la Conservación (UCC) y Michele Dinator Esterio de la Unidad de Patrimonio Arqueológico y Etnográfico (UPAE); y se enfocarán en la observación e identificación de insectos xilófagos utilizando el microscopio digital DINO-lite. El stand contará con recursos gráficos, para representar un caso de estudio sobre el biodeterioro presentes en los objetos patrimoniales de los museos próximos a las zonas costeras, en los que se proyecta un aumento de las plagas que afectan al patrimonio, producto del cambio climático.

Las personas que participen podrán retroalimentar sus percepciones y conclusiones de esta experiencia llenando una mini ficha de identificación.

La actividad práctica se centrará en una caja mágica que contendrá diversos objetos culturales. Niñas y niños podrán explorar en ella, y seleccionar uno de ellos. Se realizará un mini análisis emulando el trabajo de profesionales de la conservación y la ciencia, efectuando medición de pH, extracción de muestras o imagenología de fluorescencia visible por UV. La actividad concluirá con la resolución de una ficha lúdica.

En complemento a la actividad central, se sumarán otras asociadas al estudio de las alteraciones producidas en los objetos arqueológicos, producto de los cambios en las condiciones ambientales, tales como humedad relativa, polución y temperatura, entre otros.