Jornadas de Declaración de Significado
Dos importantes piezas de la Colección MNBA, hasta ahora prácticamente desconocidas para el público, serán analizadas y comentadas por expertos, quienes revisarán sus múltiples significados como parte de una extensa labor que culminará con su restauración y exhibición.
Se trata de las pinturas Los canteros (ca. 1890) de Pedro Lira y de La ley del honor (1894) de Juan Harris, que por años permanecieron ocultas en los depósitos del Museo, hasta que en 2007 fueron descubiertas. En 2020 comenzó el proyecto de su puesta en valor, para lo que se han llevado diversas gestiones en conjunto con el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), entidad que participa también en la organización de las Jornadas junto con el Museo de Artes Decorativas (MAD).
Las personas interesadas en participar de estas actividades deben inscribirse a través de los formularios online dispuestos junto al programa de las jornadas.
La historia
A fines del siglo XIX, el pintor chileno Pedro Lira (1845-1912) donó al Museo Nacional de Bellas Artes una importante obra de su autoría titulada Los canteros. En ella se aprecia en primer plano a un grupo de hombres que trabajan afanosamente moviendo unos pesados trozos de piedra, mientras otras dos figuras en el fondo parecen organizar las faenas venideras. La pintura, de dimensiones monumentales, se enmarca dentro de la corriente del realismo social que Lira desarrolló a lo largo de toda su carrera y que se puede apreciar en algunas de sus telas más célebres.
Esta pieza que en un primer momento formó parte de la muestra permanente del MNBA, fue definitivamente almacenada hacia 1911. Casi dos décadas más tarde, fue traspasada al Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca donde estuvo hasta 1986, cuando retornó a Santiago.
Mientras la obra de Lira colgaba en las salas del Partenón de la Quinta Normal -la antigua sede del MNBA-, Juan Harris (1867-1949), pintor chileno radicado en Francia, destacaba en el Salón Oficial de París de 1894 con una sugerente obra titulada La ley del honor. En ella, el artista transforma a los espectadores en testigos del asesinato del amante de una horrorizada mujer a manos de su marido, quien acaba de descubrir la infidelidad.
Esta pintura habría llamado fuertemente la atención de los críticos franceses, quienes, generalmente reacios a los talentos extranjeros, destacaron esta obra, cuya imagen prontamente comenzó a circular reproducida en la prensa y en tarjetas postales. A más de 70 años de su creación, esta pieza tan celebrada en un comienzo, a partir de la cual incluso se montó una pieza dramática en la capital francesa, fue donada al Museo Nacional de Bellas Artes, sin bastidor, con algunos deterioros y sin mayores antecedentes sobre su origen y circulación. El proyecto de puesta en valor permitirá recuperarla e investigar su historia.