ESCULTURAS DEL MUSEO AL AIRE LIBRE DE LA SERENA
La visita buscaba evaluar el estado de conservación de las esculturas con el objetivo de identificar si presentaban riesgo de desmoronamiento o desprendimiento de partes después del estallido social.
Los días 17, 18 y 19 de diciembre de 2019, las conservadoras Pricilla Barahona, Carmen Royo e Isabel Costabal de la Unidad de Patrimonio Construido y Escultórico (UPCE), viajaron hasta la ciudad de La Serena para realizar un diagnóstico del estado de conservación de 34 esculturas que forman parte del Museo al Aire Libre de La Serena, ubicado en el eje de la Avenida Francisco de Aguirre, que como punto neurálgico del casco histórico, fue lugar de concentraciones durante el estallido social.
Durante la visita se realizó registro fotográfico y levantamiento de alteraciones y deterioros individualizado de cada una de las 34 esculturas que forman parte del Museo. El objetivo principal era evaluar si había esculturas con alteraciones graves a nivel estructural que pudieran llevar a su desmoronamiento, así como de desprendimientos de partes o elementos, concluyéndose que solamente dos tenían riesgo de colapso, motivo por el que se recomendó vía oficio su traslado inmediato. Para estos fines se entregaron lineamientos para su extracción, manipulación y depósito.
Además, se realizó levantamiento del Portal de la Zona Típica, ubicado en el extremo este de la avenida, y del Monumento Público a Francisco de Aguirre, antes en el extremo oeste y actualmente en depósito, tras haber sido separado de la base en el contexto de las manifestaciones.
Posteriormente, en el mes de febrero de este año, se solicitó información de base para la formulación de proyectos en el marco del "Plan de Recuperación Patrimonial" que coordina la Subsecretaría del Patrimonio. En términos generales, las esculturas del Museo al Aire Libre presentaban las alteraciones y deterioros habituales de las obras ubicadas al aire libre: asociadas a su ubicación a la intemperie, como erosión superficial, suciedad o depósitos; y causadas por acciones antrópicas, destacando que la mayoría presentaba testimonios de intervenciones anteriores inadecuadas, así como elementos añadidos, manchas de pintura de color rojo en las esculturas o afiches y grafitis en las bases.
En base a este diagnóstico realizado en terreno, se llevaron a cabo propuestas de tratamiento para cada una de las obras, las que fueron entregadas durante el mes de abril del presente año.