Enmarcado en el proyecto “Monvoisin en América” (2017-2019), liderado por la curadora Gloria Cortés del MNBA, el Laboratorio de Pintura del CNCR ha recibido una pintura que destaca por su particular expresión acromática. La pintura sobre lienzo “Juana la loca y la muerte de Felipe el Hermoso” de la colección de Museo Nacional de Bellas Artes, es una obra ejecutada en escala de grises, de ahí su clasificación estética y técnica de grisalla. La grisalla, es una técnica pictórica que se inicia en Europa durante la alta edad media y su particularidad es que representa las luces y los volúmenes a través del claro oscuro. Esta técnica, que llegó a ponerse de moda en el S.XIV, responde a un intento de vincular la representación pictórica a la estética de las esculturas clásicas en piedra. Durante un tiempo se vinculó principalmente al arte religiosos ya que se asociaba a la liturgia en tiempos de la cuaresma, pero pronto perdió esa función y se extendió a todas las temáticas pictóricas.

Durante las investigaciones llevadas a cabo por los especialistas del CNCR, se apunta a que esta obra fue una de las primeras versiones de varias copias, posiblemente basada en un grabado que realizó el propio  Monvoisin con el mismo tema. Monvoisin  presentó esta pintura “Jeanne dit La Loca, ou la folle, reine de Castille” en el Salón de París en 1833.

Representa un momento, emotivo, romántico e intenso, en que Juana, asomada a la locura, vela y llora la muerte de su difunto esposo. Este tema fue muy atractivo en el S.XIX y por tanto se reproducía la misma imagen repetidamente con ciertas licencias de los artistas en cada obra. Particularmente en la grisalla que se está estudiando, de la cual se han podido encontrar varias copias del mismo Monvoisin, se evidencia este sentido de reproducción a través de una cuadrícula a grafito que se detecta bajo la capa pictórica estudiada a través de análisis con reflectografía infrarroja.

Los datos que se recaban por cada obra de Monvoisin van configurando una trayectoria artística que, en este pintor, va a destacar por su variedad y originalidad en las técnicas, los soportes, los materiales y las temáticas. Esperemos que el estudio de este artista y su obra, siga arrojando información para continuar con el registro de su trayectoria  por América y la elaboración de una base de datos técnico/material del artista que sirva para nutrir el catálogo razonado que se desarollará dentro del contexto del proyecto “Monvoisin en América”.

* Texto de Noemí Soler, restauradora contratada por servicios profesionales para el Laboratorio de Pintura durante el año 2017.