Plano preliminar del ferrocarril que transitó entre Ancud y Castro
El plano es un objeto de gran importancia para el museo y es el principal testigo gráfico que existe en la actualidad de un medio de movilización que en el siglo pasado fue muy anhelado para la región. Representa el trazado preliminar del trayecto que realizaría el ferrocarril que fue inaugurado el 27 de julio de 1912, circuló entre las ciudades de Ancud y Castro hasta el año 1960, y tuvo una extensión de 88 kilómetros.
Según información aportada por el encargado educativo del Museo Víctor Hugo Bahamonde, el funcionamiento de este tren tuvo dos grandes objetivos para la región: el transporte de carga y el de pasajeros. La carga transportada era, en los inicios, trozos de grandes árboles, y hacia el último tiempo leña y madera para aserrar; también se transportaban animales, lana, papas. En cuanto al transporte de pasajeros, se realizaba ininterrumpidamente tres veces por semana con una duración aproximada de 8 horas.
El plano es parte de la exhibición permanente del Museo pero debido a que su actual montaje es inapropiado tanto para su conservación como para su exhibición, la directora de la institución, Marijke Vanmeurs solicitó al laboratorio realizar acciones de conservación para exhibirlo de forma adecuada, así como verificar su autenticidad, ya que no existen antecedentes ni de su origen ni de su autor.
Está elaborado sobre tela y dibujado con tinta. Se recibió en el laboratorio adherido a una cartulina, ésta a un cartón y todo el conjunto estaba envuelto con un plástico autoadhesivo transparente, lo que ponía en riesgo la conservación del objeto en el tiempo.
El tipo de soporte del plano se fabricó industrialmente desde mediados del siglo XIX hasta mediados del XX, fecha que se ajusta a la época en que se realizaron los estudios del anteproyecto de la construcción del ferrocarril, en 1905. La particularidad del soporte es que se logra un cierto grado de transparencia a través de la aplicación de apresto de almidón por ambas caras de la tela de algodón de tejido muy fino, que luego se satina con rodillos, lo que la hace adecuada para poder calcar el dibujo definitivo. El tratamiento de apresto conseguía un soporte con características similares a las del papel para aplicar los elementos gráficos, y además, se aprovechaban los beneficios de la tela que es más resistente que el papel al plegado y roturas. Debido a su transparencia, estos planos eran también utilizados como originales para reproducciones al ferroprusiato (copia fotográfica obtenida en papel sensibilizado, de color azul intenso, que se usó en la reproducción de planos y dibujos y en trabajos de imprenta).
Los tratamientos que se llevarán a cabo sobre el objeto consistirán en el retiro del actual montaje, la eliminación de restos de adhesivos y el acondicionamiento en una carpeta de conservación para su exhibición.