El ser fotógrafo de patrimonio conlleva una gran responsabilidad, capturamos objetos únicos, con un valor inconmensurable y que representan el alma de un pueblo. El desafío es documentar estos objetos de manera correcta, considerando su tamaño, color, uso y materialidad. Porque sabemos que cada vez que nos encontramos frente a un objeto es una oportunidad única, hacemos nuestro trabajo con responsabilidad, pero fundamentalmente con mucho amor.
¡Bienvenidos a nuestro espacio más íntimo!