En marzo de 2012 la pintura Los funerales de César (1898), del pintor italiano Próspero Piatti (1840 - 1902), fue recibida en el Laboratorio de Pintura del Centro Nacional de Conservación y Restauración para ser intervenida.
Se trata de una pintura de gran formato que representa un hito histórico de relevancia política en la tradición romana antigua: las pompas fúnebres del líder militar y político Julio César (100 a. C. - 44 a.C.), asesinado el 15 de marzo del 44 a.C.
Después de su muerte, el cadáver de Julio César fue llevado al campo de Marte para recibir honores y ofrendas.
Según comenta el cronista y biógrafo Cayo Suetonio (70 a.C- 140 a.C) el día de los funerales se preparó una pira cerca del edificio del Senado, en la que fue colocado el cuerpo del difunto sobre un lecho de marfil, junto a los ropajes que llevaba al ser asesinado.
Asistieron al ritual la legión y miembros de la sociedad. El cónsul Antonio leyó los senadoconsultos que le otorgaban a Julio César todos los honores divinos.
La pira fue encendida con las antorchas. Las llamas fueron avivadas con objetos que los diferentes asistentes comenzaron a arrojar: los magistrados tiraron las sillas de su tribuna; los flautistas y cómicos sus trajes; la legión aventó sus armas; y las matronas arrojaron las joyas y los atavíos de sus hijos.
Los extranjeros también participaron del ritual acercándose a la hoguera y mostrando su dolor de acuerdo a las costumbres de su países.
El análisis realizado por el Licenciado en Historia Roberto Velásquez muestra la narración de estos hechos a partir de la configuración de planos e iconografía dispuesta en el cuadro.
El trabajo de Velásquez se desarrolló en el marco de una pasantía desarrollada en el Laboratorio de Pintura para incrementar el conocimiento y comprensión histórica de la obra.